Buenos días , ya sé que no
me conoces, no sabes cómo soy, ni tampoco cómo me llamo, pero temo comunicarte
que considero mejor para ambos, que esto siga siendo así.
Mucha dudas albergarán tú cabeza en
cuanto hayas abierto esta carta, pero por favor, ruego que sigas leyéndola, al
menos, hazlo por un pobre servidor que se ha tomado el tiempo de escribirla.
Me ha llevado mucho tiempo no creas, no
soy de esas personas que escribe cientos y cientos de palabras a la perfección,
como si hubieran nacido para ello. Ojalá. Yo no soy así. Mis sentimientos no
están ordenados, ni tampoco tengo claro que es lo que quiero escribir, pero mi
mente me grita ¡escribe! y yo le hago caso. Tampoco tengo gran cosa que hacer,
salvo desatascar el váter del piso de arriba, fregar el techo, quitar el mueble
de la ventana, limpiar la ventana de la puerta, saltar hacia delante y mirar el
cielo desde arriba, nada importante en realidad, salvo ver pasar la vida.
Ay la vida, que complicada y
preciosa es a la vez. A veces no entiendes nada y otras veces todo. ¿Sabes cómo
me di cuenta de que ya no era tan pequeño ni tampoco tan mayor?
Pues simplemente con una canción.
Una canción que había escuchado cientos de
veces, realmente no me disgustaba, pero tampoco adoraba, era simplemente una
canción, cantada tal vez por alguien famoso, no lo sé.
El caso es que, hace poco tiempo la
volví a oír, fue como volver a conocer a un viejo amigo, según la iba
escuchando me sentía completamente identificado con lo que decía, ¿cómo ese
cantante sabía tanto de mi vida?, ¿mi futuro había estaba escrito siempre en
esa canción, por qué ahora lo entendía y antes no?
La respuesta es simple, el tiempo avanza.
¿Sabes lo bueno de esto? Pues que
cualquier cosa, que ahora veas como un enorme muro de roca negra, tan alto,
grueso y feroz como tu peor pesadilla, pasará. No quedará resto de él, se
esfumará.
Realmente, creo que yo daba mucha
importancia a cosas que no la tenían, ¿y sabes por qué? porque no tenía
problemas más grandes. Ojalá en vez de haberme estado preocupando de esas cosas
insignificantes (que a veces me quitaban la vida y el sueño), hubiera estado
que sé yo, disfrutando; viendo un amanecer, descansando o practicando mi escritura.
Hubiera logrado vivir muchas cosas más,
o tal vez no, las elecciones incorrectas producen a veces resultados correctos
y al contrario. Es absurdo lo sé, pero se justifica en que de todo en esta vida
se aprende, si no le hubiera dado importancia a algunas cosas ahora no te
podría decir que no vale la pena hacerlo, ¿no crees?
Todo tiene un momento, todo esta
conectado y al final encaja a la perfección, hay personas que le llaman
destino, yo no creo que se le deba dar ningún tipo de calificación al futuro.
El futuro es el presente, y quien crea tener el futuro planeado, no tiene ni
puñetera idea de la vida, espero que me perdones por la grosería. Como decía
antes, todo tiene un momento, y es en ese momento en el que tú decides lo que
hacer, tomas tu camino y sigues hacia delante.
Soy un soñador, me parece maravilloso
este mundo, cada cosa tiene un motivo y un porqué, simplemente hay que
buscarlos.
Estar atentos, dispuestos, con los oídos
abiertos y preparados, porque tal vez y solo tal vez, en ese momento, estará
sonando una canción: tú canción.
Ruth L.Pinar
No hay comentarios:
Publicar un comentario