jueves, 17 de septiembre de 2020

Dejar de sufrir es una decision

Leer siempre fue su fortaleza, pero escribir era el palacio interior donde escondía aquel pequeño demonio que la hacía vulnerable, triste y silenciosa a la vista de los demás. 

La tristeza que no sabia siquiera cuál era su origen,la arrasaba y destruía poco a poco como una pequeña llama que inicia su camino siendo una mínima molestia hasta convertise en un dolor fuerte a la par que real. Sin embargo, escribir le ayudaba a despejar y obviar al diminuto fuego, le hacía encontrar su verdadera esencia.

En definitiva, la lectura la fortalecía mientras que la escritura lograba recomponer y sanar hasta las piezas más diminutas de su alma rota, destruida a martillazos en un acto de desconsideración, apatía y frialdad.

La literatura y escritura le hacían sentirse bien, sin embargo, cuando regresaba de esos viajes volvía a sentirse hundida en un mundo y una vida que poco le importaba la reconstrucción y mejora de un ser en profundidad. En aquel lugar, los ingenieros de exteriores eran los más populares, mientras, la gente vivía en una prisión lúgubre, fría, vacía. 





domingo, 13 de septiembre de 2020

PERDIDA EN LA NOCHE

 Nunca entendí aquella gente que no duerme. Aquella gente que mima la noche como si fuera su única salvación, su única realidad. 

La brisa de coches sin rumbo, el atronador rugido del destructor de la basura, el aullido de una música estridente que va desapareciendo sin ni 
siquiera avisar. 

La noche mece y mima a las almas sin rumbo, aquellas sin esperanza de vida, aquellas que no quieren ni creen merecer estar aquí por azar. 
La oscuridad descubre los mayores y pesados secretos a la sombra de los faros, allá es donde se recuerdan para luego volver a ser olvidados.
 
¿Qué loco logra amar el silencio, la soledad acogedora, el errante mundo marchito bajo la sombra de una única farola? 

Creo que yo. Por fin he logrado comprender que mi día no es nadie sin mi triste noche repleta de lágrimas, de falsas sombras, de sueños incompletos, de propósitos vacíos y de promesas sin cumplir. 

Al final cierro mis ojos, deseando que llegue el final de esta pesadilla. 

Pero es entonces, cuando la sombra se convierte en cegadora luz. El brillo de la luna se transforma en calor, en fuego. De nuevo en el mundo de aquellos valientes que dicen creer entender la noche, cuando ella solo tiene cabida para aquellos que ya están muertos. 




jueves, 10 de septiembre de 2020

A VECES.

 •••A veces, la oscuridad, otras, mi desorientada inseguridad. ¿Cuándo todo pasará?

Creo que la verdad se esconde,
Esperando cobarde en mi interior,
Creyendo que será liberada no más pronto que mi libertad.

Ella se desconoce,
La verdad cambia constantemente,
Como la brisa, como la marea, como los girasoles al atardecer.

Créeme que mi verdad es el "siempre te he querido",
Desde que te vi por vez primera,
Sentí que eras un desconocido conocido,
Un amigo para siempre,
Aunque no fui valiente como para compartirlo, pero sí capaz de mantenerte a mi lado.

Por ello, creo haberte cruzado yo en mi camino,
Haber trazado el mapa, puente a puente,
Haciendo unir tu bahía con mi triste mar, con mis heridas apenas sin cicatrizar.

Tus ojos me atraparon,
Me inspiraste, mientras te observaba desde las sombras,

Me sorprendió tu seguridad, tus ganas de seguir con todo,eres la brisa en calma que me hace volver a creer en la esperanza.

Sin saberlo, hacías recordarme lo que algún día fui mientras lucia la más brillante de mis sonrisas.
Me has hecho desde mucho, muy feliz.

•••A veces, la oscuridad,
 otras, mi desorientada inseguridad. ¿A quién mentir?

Mentir diciendo que no te quiero cuando he pensado en ti cada vez que miraba al cielo. Eres luz, sensibilidad, amor y libertad.




miércoles, 9 de septiembre de 2020

Cuchillos de realidad.

Cuando crees estar ya curada, el dolor vuelve en oleadas que hacen sumergir tu cuerpo en lo más profundo del océano. 
Sé que quería hacerlo, pero en numerosas ocasiones me pregunto por qué no me fijé en lo torpe y estúpido que eres. Lo que antes creía que era sinceridad ahora me da asco. 

No me tienes ningún respeto, no guardas de mí absolutamente nada. Cada vez con mayor fuerza tengo la certeza de que fui alguien con quien olvidar. 

No entiendo por qué la gente aparentemente buena ama a lo que odia. No logro comprender que te lleva a mantenerla a ella en tu vida y a mí a echarme de una patada. Claro, es que te aburres de la gente, al parecer es eso. 

Defiendes el tener empatía y sensibilidad cuando a mí ni quiera me diste el tiempo que te pedí, cuando ni siquiera quieres reconocer el daño que me hiciste. Claro que, para ti todo queda justificado. ¿Quieres que sea tu amiga desde ya? ¿Sin haber hecho mínimo intento por hablar conmigo a solas, por intentar comprenderme?
 
Dices odiar a la gente falsa que no contesta a tus patéticos mensajes, gente que se ríe de ti, gente que te menosprecia, gente que te manipula, gente que se aprovecha de ti con una sonrisa en la cara, gente que te tiene de comodín cuando todo en su vida se derrumba, cuando realmente, de cada uno de estos hay al menos uno en tu vida que haces llamar "amig@".

Realmente los defiendes porque no soportas ver la verdad, la sinceridad, el mantener en el día a día a alguien que realmente te quiere y haría absolutamente todo por ti. No todo en una persona es bueno, lo mejor de ella atrae y enamora, lo malo te hace conocerla de forma más íntima, cercana y real.

La verdad es que el mundo no es rosa, la amistad debe recuperarse y el rencor existe, como mecanismo de defensa. Recordamos a quien nos ha hecho daño por mucho que digamos olvidar. 

Quien insista en que todo en el mundo es benevolente e inocente, miente, y, por tanto, no es de fiar puesto que esa persona no la conocerás al completo. Pero parece, sin embargo, que todos nos inclinamos a hablar de la verdad mintiendo y huyendo de la parte que duele. ¿Es eso lo que realmente quieres alcanzar? Confío en que en algún momento veas la realidad. 

Mientras tanto, aquí sigo pensando si quizá este mundo no sea para mí. Soy demasiado sensible, suelo conformarme con muy poco, pues para mi es lo suficiente. La verdad es que amo y valoro cada segundo de lo que tengo, generalmente tiendo a conservar, no a usar y tirar. 

Esto hace que tal y como siento actúo, no suelo ocultar muy bien lo que realmente pienso, quizá por ello seré tan odiosa para ti.
Intento perdonarte, pero creo que lo que estoy haciendo es olvidar lo que realmente me gustó de ti. ¿En algún momento me lo volverás a recordar?