Cuando crees estar ya curada, el
dolor vuelve en oleadas que hacen sumergir tu cuerpo en lo más profundo del
océano.
Sé que quería hacerlo, pero en
numerosas ocasiones me pregunto por qué no me fijé en lo torpe y estúpido que
eres. Lo que antes creía que era sinceridad ahora me da asco.
No me tienes ningún respeto, no
guardas de mí absolutamente nada. Cada vez con mayor fuerza tengo la certeza de
que fui alguien con quien olvidar.
No entiendo por qué la gente
aparentemente buena ama a lo que odia. No logro comprender que te lleva a
mantenerla a ella en tu vida y a mí a echarme de una patada. Claro, es que te
aburres de la gente, al parecer es eso.
Defiendes el tener empatía y
sensibilidad cuando a mí ni quiera me diste el tiempo que te pedí, cuando ni siquiera quieres reconocer el daño que me hiciste. Claro que, para ti todo queda
justificado. ¿Quieres que sea tu amiga desde ya? ¿Sin haber hecho mínimo
intento por hablar conmigo a solas, por intentar comprenderme?
Dices odiar a la gente falsa que no
contesta a tus patéticos mensajes, gente que se ríe de ti, gente que te
menosprecia, gente que te manipula, gente que se aprovecha de ti con una
sonrisa en la cara, gente que te tiene de comodín cuando todo en su vida se
derrumba, cuando realmente, de cada uno de estos hay al menos uno en tu vida
que haces llamar "amig@".
Realmente los defiendes porque no
soportas ver la verdad, la sinceridad, el mantener en el día a día a alguien que
realmente te quiere y haría absolutamente todo por ti. No todo en una persona
es bueno, lo mejor de ella atrae y enamora, lo malo te hace conocerla de forma
más íntima, cercana y real.
La verdad es que el mundo no es
rosa, la amistad debe recuperarse y el rencor existe, como mecanismo de
defensa. Recordamos a quien nos ha hecho daño por mucho que digamos
olvidar.
Quien insista en que todo en el
mundo es benevolente e inocente, miente, y, por tanto, no es de fiar puesto que
esa persona no la conocerás al completo. Pero parece, sin embargo, que todos
nos inclinamos a hablar de la verdad mintiendo y huyendo de la parte que duele.
¿Es eso lo que realmente quieres alcanzar? Confío en que en algún momento veas
la realidad.
Mientras tanto, aquí sigo pensando
si quizá este mundo no sea para mí. Soy demasiado sensible, suelo conformarme
con muy poco, pues para mi es lo suficiente. La verdad es que amo y valoro cada
segundo de lo que tengo, generalmente tiendo a conservar, no a usar y
tirar.
Esto hace que tal y como siento
actúo, no suelo ocultar muy bien lo que realmente pienso, quizá por ello seré
tan odiosa para ti.
Intento perdonarte, pero creo que lo
que estoy haciendo es olvidar lo que realmente me gustó de ti. ¿En algún
momento me lo volverás a recordar?