Ser vencida y retirada del frágil mundo me hizo recordar,
Cuán daño hace estar conectada a lo irreal.
Sombras idealizadas, vidas delirantes,
Mostramos todo lo que queremos ser, sin valorarlo quizá.
Tú, que te niegas a verlo, personaje literario,
por cada página te muestras sereno, nuevo, tu nombre es fuego.
Yo, que rechazaba admitir que nuestras vidas se iban
intercalando,
Quizá porque jamás mi corazón ha creído tener oportunidad.
Pero ahora de nuevo, esos profundos latidos, esas ganas de
disfrutar contigo.
Eres todo ¿el misterio, complicidad, complejidad y valentía
que deseo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario