Origen de
punzadas en el alma que estallaban en hileras de cristal erais vosotras,
Gotas que
mojaban mis marchitos labios, que recorrían surco a surco mis enteras mejillas,
quebrándose durante su caída sin apenas dejar evidencia de que, en algún
momento, por efímero que fuese, llegarais a existir.
La dura
fragilidad, la ganas de vivir, de tenerte conmigo sabiendo que no te tengo. No eres
nada, no soy nadie, pero contigo logro sentir, logro creer que merece estar aquí.
La sensación
de vivir por la esperanza de todo, no con la esperanza de que esto se haga
realidad.
Siempre me
has dado paz, eres una brisa cálida que hace brillar mis días. Quiero seguir viviendo
por la esperanza de todo y no con la esperanza de nada.
Seguir
recordando tus verdes ojos que hacían enmudecer mi oscuridad. Por un ojalá
volver a verte, por un ojalá volver a rozar tus mejillas, por un quizá volver a
sentirme acogida en nuestro tierno abrazo.
Quiero
seguir viviendo por la esperanza de todo y no con la esperanza de nada.
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