viernes, 7 de agosto de 2020

AGOSTO.


Origen de punzadas en el alma que estallaban en hileras de cristal erais vosotras,

Gotas que mojaban mis marchitos labios, que recorrían surco a surco mis enteras mejillas, quebrándose durante su caída sin apenas dejar evidencia de que, en algún momento, por efímero que fuese, llegarais a existir.

La dura fragilidad, la ganas de vivir, de tenerte conmigo sabiendo que no te tengo. No eres nada, no soy nadie, pero contigo logro sentir, logro creer que merece estar aquí.

La sensación de vivir por la esperanza de todo, no con la esperanza de que esto se haga realidad.

Siempre me has dado paz, eres una brisa cálida que hace brillar mis días. Quiero seguir viviendo por la esperanza de todo y no con la esperanza de nada.

Seguir recordando tus verdes ojos que hacían enmudecer mi oscuridad. Por un ojalá volver a verte, por un ojalá volver a rozar tus mejillas, por un quizá volver a sentirme acogida en nuestro tierno abrazo.

Quiero seguir viviendo por la esperanza de todo y no con la esperanza de nada.





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