jueves, 16 de julio de 2020

Negación del antecedente.


En lógica la negación del antecedente o error inverso es una de muchas falacias que existen generadas al afirmar que si “A”, entonces “B”, esto no es del todo cierto porque el hecho de que ocurra B no tiene por qué ser consecuencia de A, pueden existir muchos otros factores que deriven produciendo este suceso.

Recurro a esto, para explicar el contexto o situación en la que nos hayamos a día de hoy a nivel mundial. 

La pandemia ha hecho cambiar muchos de nuestros hábitos, en especial la imposición del estado de alarma y el confinamiento.

Muchas personas ahora, renuncian a seguir su vida normal, creyendo que, si “se quedan en casa, no se contagiarán” cuando el hecho de contagiarse no es exclusivamente consecuencia de no salir de casa, de hecho, salir a andar por el campo refuerza el sistema inmunológico.

Además, se ha demostrando que el confinamiento no es algo efectivo, sino una medida que sirve para evitar la saturación de un sistema sanitario no preparado en cuanto a personal, recursos y material se refiere.

Realmente, como todos sabemos la salud personal y por consiguiente comunitaria depende de cada uno de nosotros, de ser responsables. Igual de peligroso es encerrarse en una burbuja de cristal que salir sin seguir ninguna de las recomendaciones dadas por los gobiernos sanitarios pertinentes.

Como podemos observar, en estos dos planteamientos hay algo en común: “el sálvese quien pueda, primero yo y el resto del mundo da igual”.  Si paramos todo, las consecuencias van a ser muy dolorosas, costosas y quizá devastadoras para muchas personas. La salud engloba la prevención, y esta es la gran olvidada, solo se habla de ella cuando ya no se puede prevenir nada, cuando los acontecimientos ya han sucedido. 

En camino vamos de una posible saturación del sistema. Si ya sabemos qué pasa cuando son ignoradas las advertencias y se niega la realidad, ¿por qué volvemos a fallar?  

Respuesta a ello se halla en las redes sociales, hay gente que ya está pidiendo de nuevo el confinamiento, está claro que preferimos hacer oídos sordos a las recomendaciones y reafirmar la imposición de prohibiciones por el simple hecho de no pensar, de no hacernos responsables de nuestros actos, porque al fin y al cabo si nos prohíben no existe la responsabilidad que conlleva el ser libre. Mientras, sigamos criticando y no haciendo lo que se supone que deberíamos hacer.



La pandemia desde una perspectiva de género - La Opinión de Murcia


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