sábado, 21 de noviembre de 2020

Pero este año todo ha cambiado.

 

INTRODUCCIÓN.

Uno escribe para encontrarse haciendo terapia consigo mismo o simplemente porque es su pasión, no sé en qué categoría estoy yo, quizá en ninguna.

Desde el día 14 de marzo toda España está sumergida en un “estado de alarma” continuo, ¿la razón? la destrucción, el caos, el desasosiego e incertidumbre nos recoge en nuestros hogares por temor a un “ser microscópico” de la familia coronavirus.

Un simple virus de cadena ARNmc (+), de nuevo, muestra nuestra gran fragilidad en este mundo. Este planeta no es solo nuestro, como ya se decía en la antigüedad “conócete a ti mismo”, implicando esto tener consciencia del lugar en el que habitas.

¿CÓMO NOS VEMOS?

Brisa azul, calidez sonora que llena atardeceres vacíos bañados por el rocío y el frío de un quizá volver a vislumbrar el brillo de la libertad. Todo cambió e hizo poner boca abajo y sin respiración a muchas generaciones que creían ser dueñas por completo del planeta azul.

Así se hallaban playas, vías, trenes, autovías, ciudades, parques y montañas, sin eco alguno de su respiración. Los seres más pequeños y no tanto volvieron a ser dueños de lo que antes fue suyo, los humanos por fin se habían acobardado, guardaron su vanidad y yacían prisioneros en sus cárceles de hormigón.

Desde sus fuertes, observaban como falsos buitres todo lo que creían suyo. Nada más lejos de la realidad, los seres microscópicos les ganaban en número y fuerza, de hecho, millones de criaturas andaban en su interior desde hace mucho, haciendo y deshaciendo, controlándoles sin que ellos percibieran nada.

Los humanos intentaban hacerse de notar a primeras horas de la noche, era su única forma de sentir ser acogidos a los oscuros ojos de la luna.

Pronto la verdad volvió a relucir, la humanidad siempre actúa de forma anormal poniéndose trabas los unos a los otros, convirtiendo un gesto amable en uno interesado. Solo discutían poniendo en evidencia que no era necesario poseer mil lenguas si no existe cohesión, entendimiento y un objetivo común, en este caso, preservar la cordura y la salud.

De hecho, algunos perdieron la cabeza, obcecados en negar lo irrefutable, que era que estaban bien jodidos. Otros intentaban amenizar tratando la situación desde la inocencia del humor.

Mientras tanto, se ocultaban tras sus pantallas y redes, armados de plástico, amarrados a un pasado sin retorno, a falsas esperanzas y sobretodo con miedo a creer real lo que ya era: su vida iba a cambiar.  

                                                                                                                           

viernes, 13 de noviembre de 2020

EL TREN YA PASÓ

 Por algún motivo que desconozco caía en la miña tristeza, esta vez, más plena y sana,

Las mañanas eran como pájaros sin alas,

Miraba las nubes buscando una respuesta, oía gritándome el cielo herido:

¡ya la encontrastre!

Pero yo tan solo veía oscuridad delante.


Frío, falta de amor, de cariño, alguien me hizo una pregunta, 

algo sobre lo que significa el amor para mí, 

entonces vi que solo es una circunstancia,

una compatibilidad, que hace sacar lo mejor de ti.


Aún no conociéndote te reservé un asiento a mi lado,

porque estar contigo es donde quería estar,

eras alguien nuevo y diferente,

viajero de la vida, navegante sin rumbo, 

aguien cálido, tranquilo, amable.


Conseguiste que viera mi mundo más pequeño, 

haciéndome descubrir el resto de posibles, el resto de vidas.


He aprendido más esta semana que nunca,

las personas vienen,

dejan en ti recuerdos, forma de ser, visiones, pensamiento,

luego parten, alejándose de ti.


Recordar el pasado muchas veces no deja avanzar,

es más, aprisiona y ahoga en un cúmulo de falsas realidades,

impides pasar a un millar de vidas,

no sientes, no creces ni evolucionas.


Buenos días; trabajando, tardes; de espejismos, noches; de pasión, bonito.

Aun pareciendo mentira o quizá locura, voy a echar de menos tu sencillez, tu risa, tu dulzura e incluso tu acento del sur. Zi.



jueves, 17 de septiembre de 2020

Dejar de sufrir es una decision

Leer siempre fue su fortaleza, pero escribir era el palacio interior donde escondía aquel pequeño demonio que la hacía vulnerable, triste y silenciosa a la vista de los demás. 

La tristeza que no sabia siquiera cuál era su origen,la arrasaba y destruía poco a poco como una pequeña llama que inicia su camino siendo una mínima molestia hasta convertise en un dolor fuerte a la par que real. Sin embargo, escribir le ayudaba a despejar y obviar al diminuto fuego, le hacía encontrar su verdadera esencia.

En definitiva, la lectura la fortalecía mientras que la escritura lograba recomponer y sanar hasta las piezas más diminutas de su alma rota, destruida a martillazos en un acto de desconsideración, apatía y frialdad.

La literatura y escritura le hacían sentirse bien, sin embargo, cuando regresaba de esos viajes volvía a sentirse hundida en un mundo y una vida que poco le importaba la reconstrucción y mejora de un ser en profundidad. En aquel lugar, los ingenieros de exteriores eran los más populares, mientras, la gente vivía en una prisión lúgubre, fría, vacía. 





domingo, 13 de septiembre de 2020

PERDIDA EN LA NOCHE

 Nunca entendí aquella gente que no duerme. Aquella gente que mima la noche como si fuera su única salvación, su única realidad. 

La brisa de coches sin rumbo, el atronador rugido del destructor de la basura, el aullido de una música estridente que va desapareciendo sin ni 
siquiera avisar. 

La noche mece y mima a las almas sin rumbo, aquellas sin esperanza de vida, aquellas que no quieren ni creen merecer estar aquí por azar. 
La oscuridad descubre los mayores y pesados secretos a la sombra de los faros, allá es donde se recuerdan para luego volver a ser olvidados.
 
¿Qué loco logra amar el silencio, la soledad acogedora, el errante mundo marchito bajo la sombra de una única farola? 

Creo que yo. Por fin he logrado comprender que mi día no es nadie sin mi triste noche repleta de lágrimas, de falsas sombras, de sueños incompletos, de propósitos vacíos y de promesas sin cumplir. 

Al final cierro mis ojos, deseando que llegue el final de esta pesadilla. 

Pero es entonces, cuando la sombra se convierte en cegadora luz. El brillo de la luna se transforma en calor, en fuego. De nuevo en el mundo de aquellos valientes que dicen creer entender la noche, cuando ella solo tiene cabida para aquellos que ya están muertos. 




jueves, 10 de septiembre de 2020

A VECES.

 •••A veces, la oscuridad, otras, mi desorientada inseguridad. ¿Cuándo todo pasará?

Creo que la verdad se esconde,
Esperando cobarde en mi interior,
Creyendo que será liberada no más pronto que mi libertad.

Ella se desconoce,
La verdad cambia constantemente,
Como la brisa, como la marea, como los girasoles al atardecer.

Créeme que mi verdad es el "siempre te he querido",
Desde que te vi por vez primera,
Sentí que eras un desconocido conocido,
Un amigo para siempre,
Aunque no fui valiente como para compartirlo, pero sí capaz de mantenerte a mi lado.

Por ello, creo haberte cruzado yo en mi camino,
Haber trazado el mapa, puente a puente,
Haciendo unir tu bahía con mi triste mar, con mis heridas apenas sin cicatrizar.

Tus ojos me atraparon,
Me inspiraste, mientras te observaba desde las sombras,

Me sorprendió tu seguridad, tus ganas de seguir con todo,eres la brisa en calma que me hace volver a creer en la esperanza.

Sin saberlo, hacías recordarme lo que algún día fui mientras lucia la más brillante de mis sonrisas.
Me has hecho desde mucho, muy feliz.

•••A veces, la oscuridad,
 otras, mi desorientada inseguridad. ¿A quién mentir?

Mentir diciendo que no te quiero cuando he pensado en ti cada vez que miraba al cielo. Eres luz, sensibilidad, amor y libertad.




miércoles, 9 de septiembre de 2020

Cuchillos de realidad.

Cuando crees estar ya curada, el dolor vuelve en oleadas que hacen sumergir tu cuerpo en lo más profundo del océano. 
Sé que quería hacerlo, pero en numerosas ocasiones me pregunto por qué no me fijé en lo torpe y estúpido que eres. Lo que antes creía que era sinceridad ahora me da asco. 

No me tienes ningún respeto, no guardas de mí absolutamente nada. Cada vez con mayor fuerza tengo la certeza de que fui alguien con quien olvidar. 

No entiendo por qué la gente aparentemente buena ama a lo que odia. No logro comprender que te lleva a mantenerla a ella en tu vida y a mí a echarme de una patada. Claro, es que te aburres de la gente, al parecer es eso. 

Defiendes el tener empatía y sensibilidad cuando a mí ni quiera me diste el tiempo que te pedí, cuando ni siquiera quieres reconocer el daño que me hiciste. Claro que, para ti todo queda justificado. ¿Quieres que sea tu amiga desde ya? ¿Sin haber hecho mínimo intento por hablar conmigo a solas, por intentar comprenderme?
 
Dices odiar a la gente falsa que no contesta a tus patéticos mensajes, gente que se ríe de ti, gente que te menosprecia, gente que te manipula, gente que se aprovecha de ti con una sonrisa en la cara, gente que te tiene de comodín cuando todo en su vida se derrumba, cuando realmente, de cada uno de estos hay al menos uno en tu vida que haces llamar "amig@".

Realmente los defiendes porque no soportas ver la verdad, la sinceridad, el mantener en el día a día a alguien que realmente te quiere y haría absolutamente todo por ti. No todo en una persona es bueno, lo mejor de ella atrae y enamora, lo malo te hace conocerla de forma más íntima, cercana y real.

La verdad es que el mundo no es rosa, la amistad debe recuperarse y el rencor existe, como mecanismo de defensa. Recordamos a quien nos ha hecho daño por mucho que digamos olvidar. 

Quien insista en que todo en el mundo es benevolente e inocente, miente, y, por tanto, no es de fiar puesto que esa persona no la conocerás al completo. Pero parece, sin embargo, que todos nos inclinamos a hablar de la verdad mintiendo y huyendo de la parte que duele. ¿Es eso lo que realmente quieres alcanzar? Confío en que en algún momento veas la realidad. 

Mientras tanto, aquí sigo pensando si quizá este mundo no sea para mí. Soy demasiado sensible, suelo conformarme con muy poco, pues para mi es lo suficiente. La verdad es que amo y valoro cada segundo de lo que tengo, generalmente tiendo a conservar, no a usar y tirar. 

Esto hace que tal y como siento actúo, no suelo ocultar muy bien lo que realmente pienso, quizá por ello seré tan odiosa para ti.
Intento perdonarte, pero creo que lo que estoy haciendo es olvidar lo que realmente me gustó de ti. ¿En algún momento me lo volverás a recordar?



miércoles, 19 de agosto de 2020

TODO SE DESTRUYE.

 

Creo que predigo todo antes de que comience. Sé el final, y este termina con mi más oscura y triste derrota.

Entiendo por todos estos años que la destrucción viene tras de mí, como un hambriento enjambre de avispas. Serenas pero voraces, entrenadas para atacar y hacerme fracasar.  

Sé todo antes de que comience. Ya sabía dónde te iba a besar, cuándo me ibas a dejar y porque no sería al azar.

Cuando se pierde todo tantas veces, la única escapatoria es dejar de pensar que no volverá a pasar. No ver que ha pasado ya. Entiende que, eras mi último cambio, más que un nuevo comienzo.

Quise acabar con esto, quise ser parte de ti siendo yo misma. Por una vez, sentirme no engañada, no odiarme por intentar ser quien no era.  Pero no sé si te conocía del todo, si sentías lo mismo por mí, si eras demasiado para estar juntos.

Sé todo antes de que comience. Ya sabía dónde te iba a besar, cuándo me ibas a dejar y porque no sería al azar.

Quería empezar contigo, pero no obviar cómo acabaría, eras mi última carta, mi comodín y no me permití perderte.

Sé todo antes de que comience. Ya sabía dónde te iba a besar, cuándo me ibas a dejar y porque no sería al azar.


domingo, 16 de agosto de 2020

JUST FOR A LITTLE WHILE.

 

Allá en la sombra, caminando bajo la marea de pinos, iba pensando, pisando el ardiente asfalto.


¿Qué ha pasado? Lo que jamás pensé.

La locura en mi día a día pasó a ser la más sincera realidad,

Realidad, llena de subidas y bajadas,

horas que acabaron siendo noches de terciopelo,

realidad de besos que me aportaban ese sabor a dulce caramelo.

 

Esconderé este verano para siempre,

recordaré el brillo de mis ojos volviendo a nacer,

recordaré el quebrar de mis labios al vencer,

esconderé mis rojas mejillas donde nadie las encuentre.


 Solo tú, haces que me olvide de mí misma, creyendo que soy alguien diferente. Alguien bueno.


 ¿Qué pasará? Esconderé este verano para siempre,

recordaré el brillo de mis ojos volviendo a nacer,

recordaré el quebrar de mis labios al vencer,

esconderé mis rojas mejillas donde nadie las encuentre.


Solo tú, haces que me olvide de mí misma, creyendo que soy alguien diferente. Alguien bueno.


¿Qué aprendí? Dame otro momentito, otro ratito para que me susurres que me merezco lo mejor de lo mejor, en vez de decirme que no hay nadie lo suficiente para ti.



viernes, 7 de agosto de 2020

AGOSTO.


Origen de punzadas en el alma que estallaban en hileras de cristal erais vosotras,

Gotas que mojaban mis marchitos labios, que recorrían surco a surco mis enteras mejillas, quebrándose durante su caída sin apenas dejar evidencia de que, en algún momento, por efímero que fuese, llegarais a existir.

La dura fragilidad, la ganas de vivir, de tenerte conmigo sabiendo que no te tengo. No eres nada, no soy nadie, pero contigo logro sentir, logro creer que merece estar aquí.

La sensación de vivir por la esperanza de todo, no con la esperanza de que esto se haga realidad.

Siempre me has dado paz, eres una brisa cálida que hace brillar mis días. Quiero seguir viviendo por la esperanza de todo y no con la esperanza de nada.

Seguir recordando tus verdes ojos que hacían enmudecer mi oscuridad. Por un ojalá volver a verte, por un ojalá volver a rozar tus mejillas, por un quizá volver a sentirme acogida en nuestro tierno abrazo.

Quiero seguir viviendo por la esperanza de todo y no con la esperanza de nada.





miércoles, 29 de julio de 2020

AÚN TE RECUERDO.


Bajo cien almas desnudas me encontré contigo, tus manos, tus ojos envolvían mi mirada marchita. En menos de un parpadeo destruimos el reloj de arena, haciendo que las desorientadas motas de polvo fueran de un lado a otro recordando lo incluso perdido, creando un mar de fuego en medio de las secas rocas.

La luz tibia palpitaba entre nosotros dos, cada vez te sentía más cerca, más real que nunca. Con aquel beso pusimos fin o inicio a un ciclo de incertidumbre, sello a un pasado maltrecho en el que ambos necesitábamos una cura, una esperanza en aquel mundo gris cegado por las falsas apariencias y la letalidad de un enemigo invisible. ¿Qué es esto? ¿Qué hemos hecho? me preguntaste.

¡Sentir! Sentir lo que en este momento pensábamos querer, soñábamos con hacer. Este nublado ayer, nos enseñó en que imaginar el futuro es tiempo en vano. Necesitamos sentir, querer, me da igual al final perder pues no me arrepentiré ¡basta de aunar y mimar el tiempo en cristal!

La arena necesita salir, necesita convertirse en roca para luego sedimentar de nuevo. El ciclo sigue, tú y yo continuaremos caminando, transformándonos, pero cuando recordemos ese momento, sonreiremos y volveremos a sentir: ¿habremos secuestrado el tiempo de nuevo?




El diario de las tortugas.


Innumerables veces, nos vemos presos en un ciclo de “inactividad”, nos transformamos en sombras tenues que naufragan sin vida en el mar de la desdicha. Porque, cuántas veces decimos, ¡ojalá lleguen vacaciones! cuando quizá deberíamos preguntarnos ¿y qué haré cuando no tenga nada que hacer por obligación?

La inacción es una forma sencilla de negar la vida, basada en sentarse frente al televisor día sí, día también. La acción tiene de meta alcanzar la plenitud del ser, está basada en arriesgarse a expresar lo que eres, no solo basta con soñar, sino que hay que desarrollar y emprender lo que algún día pensaste, lo que realmente te apasiona y te hace ser quien eres realmente. No debemos crear presos en el mundo de las ideas, sino que hay que liberarlas para que realmente puedan darnos resultados y recompensas.

El truco realmente es actuar, igual da lo buena o mala que sea la idea, ejemplo tenemos en Forrest Gump quien logró ser feliz porque hacía lo máximo que podía en todo lo que emprendía, haciéndose realmente un hueco en el mundo, era él, era diferente.

En el libro de Rusell Hoban (cuyo título da nombre a este artículo) se hace constantemente referencia a este hecho: “Las personas, a veces, estamos demasiado perdidas por tener que marcar nuestro objetivo en la vida”, tenemos que nadar sin saber a dónde ir, algo que a una tortuga jamás le pasa, ellas actúan y saben qué hacer, sin ningún tipo de miedo o vergüenza.

¿Podríamos nadar, sentir que nadamos, navegamos, que no tenemos miedo, que no estamos perdidos? ¿Podríamos regresar con una respuesta? El hecho de no estar perdido sería ya una buena respuesta.






domingo, 19 de julio de 2020

Cerca de las vías (FITO).


Estaba merendando con un poco de música de fondo y me puse a pensar “¿El fin de las cosas está en el comienzo?”. Esto surgió porque estaba mirando mil fotografías y planteándome qué personas habían olvidado o permanecían en mi vida. 
No miento si digo que en el rostro de las personas con las que empezamos a vivir algo, se puede ver el final que van a tener.

Hay siempre una cara que será olvidada y que luego volveremos a ver. El tipo que primero nos parece un sinvergüenza y luego resulta encantador, tarde o temprano nos volverá a parecer un sinvergüenza. La persona asustada volverá a parecer asustada y la perdida, perdida (mientras de fondo “esa telaraña que cuelga en mi habitación, no la quito, no hace nada, solo ocupa su rincón”).

Es decir, por mucho que cambiemos nuestra esencia estará allí, las transformaciones no son infinitas y nosotros nunca acabamos de conocernos del todo bien (“cuando todo va bien, un día tuerces una esquina y te tuerces tú también”). 

En muchas ocasiones no sabemos cómo vamos a reaccionar con otras personas, vivimos con nuestras contradicciones, incoherencias y mil dilemas (“con el paso de los años nada es como yo soñé) intentando encontrar nuestra verdad (“todo lo malo y lo bueno caben dentro de un papel”).

No obstante, esto no deja de ser una mera opinión, mucha gente me dirá que la evolución personal de una persona es algo irrefutable (“la tristeza y la alegría viajan en el mismo tren”), yo te diré que quizá tengas razón o quizá no, tampoco creo que tengamos la certeza ni unos ni otros, ni todo es blanco ni todo negro, hay mil matices entre medias (mientras la canción terminaba poniendo punto final a mis pensamientos: ¿Quieres ver el mundo?, mira, está debajo de tus pies).


jueves, 16 de julio de 2020

Negación del antecedente.


En lógica la negación del antecedente o error inverso es una de muchas falacias que existen generadas al afirmar que si “A”, entonces “B”, esto no es del todo cierto porque el hecho de que ocurra B no tiene por qué ser consecuencia de A, pueden existir muchos otros factores que deriven produciendo este suceso.

Recurro a esto, para explicar el contexto o situación en la que nos hayamos a día de hoy a nivel mundial. 

La pandemia ha hecho cambiar muchos de nuestros hábitos, en especial la imposición del estado de alarma y el confinamiento.

Muchas personas ahora, renuncian a seguir su vida normal, creyendo que, si “se quedan en casa, no se contagiarán” cuando el hecho de contagiarse no es exclusivamente consecuencia de no salir de casa, de hecho, salir a andar por el campo refuerza el sistema inmunológico.

Además, se ha demostrando que el confinamiento no es algo efectivo, sino una medida que sirve para evitar la saturación de un sistema sanitario no preparado en cuanto a personal, recursos y material se refiere.

Realmente, como todos sabemos la salud personal y por consiguiente comunitaria depende de cada uno de nosotros, de ser responsables. Igual de peligroso es encerrarse en una burbuja de cristal que salir sin seguir ninguna de las recomendaciones dadas por los gobiernos sanitarios pertinentes.

Como podemos observar, en estos dos planteamientos hay algo en común: “el sálvese quien pueda, primero yo y el resto del mundo da igual”.  Si paramos todo, las consecuencias van a ser muy dolorosas, costosas y quizá devastadoras para muchas personas. La salud engloba la prevención, y esta es la gran olvidada, solo se habla de ella cuando ya no se puede prevenir nada, cuando los acontecimientos ya han sucedido. 

En camino vamos de una posible saturación del sistema. Si ya sabemos qué pasa cuando son ignoradas las advertencias y se niega la realidad, ¿por qué volvemos a fallar?  

Respuesta a ello se halla en las redes sociales, hay gente que ya está pidiendo de nuevo el confinamiento, está claro que preferimos hacer oídos sordos a las recomendaciones y reafirmar la imposición de prohibiciones por el simple hecho de no pensar, de no hacernos responsables de nuestros actos, porque al fin y al cabo si nos prohíben no existe la responsabilidad que conlleva el ser libre. Mientras, sigamos criticando y no haciendo lo que se supone que deberíamos hacer.



La pandemia desde una perspectiva de género - La Opinión de Murcia


martes, 30 de junio de 2020

La verdad.


Hace tiempo escribí un artículo realmente hermoso sobre lo que creía que era la verdad, el título me hace recordarlo. Retomando lo de ayer, el último fin de la vida es alcanzar la felicidad y encontrar “nuestra propia verdad”, esta frase es inherente en las novelas de misterio.

La verdad sobre el caso de Harry Quebert me ha fascinado, no por ser una obra maravillosamente construida que deja sin aliento hasta la última página, sino que realmente te hace reflexionar acerca del éxito y de cómo podemos anteponer absolutamente todo para conseguirlo. Refleja el deseo que tenemos todos por satisfacer nuestras ansias de realizarnos, de llegar siempre lo más lejos, aunque a veces, teniéndolo absolutamente todo se sufren arrebatos de ira que terminan por arruinarlo todo. Con ello quiero decir, que la novela es muy humana y como tal, el hilo inicial y último es el amor y como no, el arte de escribir.

La literatura y el amor siempre van de la mano pues cuando te falla uno, el otro es necesario para olvidar, olvidar lo que hicimos, olvidar cómo éramos, olvidar hasta lo que nunca llegó a ser cierto, olvidar hasta lo olvidado.

En sí, la trama de la novela podría decirse que es una guía para saber usar bien las armas de las que dispones (tú, tus manos y el saco de boxeo, un golpe hacia el éxito) para poder llegar a ser exitoso escribiendo, aquí no vale esquivar.

Al final, como ocurre en la vida real, la persona más despreciable se vuelve la más hermosa, también muestra que no todo es cómo pensamos que es, nadie es del todo bueno ni malo, nadie no es digno de merecer otra oportunidad para descubrir su verdad.




domingo, 28 de junio de 2020

American Beauty (1970).

Mira por cualquier ventana, cualquier mañana, cualquier atardecer, cualquier día, quizá el sol esté brillando, los pájaros cantando o la lluvia esté cayendo desde un cielo gris pesado.

El amor como esta película remueve diversos sentimientos y deseos ocultos. Este, llega a agitar tu vida removiendo con ella otros deseos que muchas veces son reprimidos por la forma de vida y sociedad que nosotros mismos hemos construido.

Parece que la única meta en la vida es alcanzar la realización personal, pero ¿en qué consiste esta? En alcanzar el éxito.

Sin embargo, yo humildemente creo que el fin de la vida es llegar a ser felices, y así queda reflejado en la película. La rutina, la estructura familiar, el estrés, el agotamiento pueden apartarnos de esta meta que día tras día se vuelve más difusa. Dicho agotamiento, nos acaba matando, y no hay cosa peor que sentirse pobre de espíritu, muerto en vida, vagabundo en un mundo sin ilusión alguna.

Aristóteles decía que para alcanzar la felicidad hay que estar satisfecho en tres niveles: en el placer y diversión, en la responsabilidad con la sociedad y en paz consigo mismo (cuerpo y mente; no olvidar reflexionar y seguir estudiando, investigando, todo animal es un explorador nato). La gran pregunta es, ¿cuál es el pilar de todo esto? ¿qué nos impulsa a ser mejores personas, ciudadanos y a sentir motivación en esta vida?
El amor, el deseo y el sexo es un motor indispensable para que exista la vida, sin ello, nos transformamos en entes, fantasmas sin sentimientos, plagados de odio.

¿En qué momento dejamos de preocuparnos por nosotros, por nuestras relaciones, por alcanzar el bienestar óptimo valorando más los objetos y el dinero? ¿En qué momento dejamos de reír y sentir? En esta vida, con toda la belleza que hay es imposible estar enfadado con el mundo, pero a veces, estamos presos en una vida mal elegida en una rutina o trabajo que nos asfixian sin darnos cuenta.
Otras reflexiones son, ¿la vida sin amor realmente existe? y ¿realmente se puede vivir en pareja indefinidamente y ser feliz?

Obviamente la vida sin amor puede existir, pero como he mencionado antes, serías un ente muerto en vida, por lo que realmente no vivirías.

La segunda es una pregunta un tanto controvertida, yo siento que al final el amor perdura y que gracias a la memoria del corazón se eliminan los malos recuerdos y se magnifican los buenos, quizá creamos una “realidad” o una “idealización” de la otra persona que no es del todo real. Llegará un momento que despertarás, fallarán en cosas que tú crees importantes y esto te hará daño, descalabrando uno de los pilares bases para ser feliz, por lo que quizá si no sientes el amor no tienes motivación para investigar, alcanzar la realización personal o incluso ser un buen ciudadano, o quizá, comiences a exacerbar el resto de cualidades haciendo que el equilibrio de las partes no esté compensado, cayendo en el agotamiento y en un vacío existencial.

Es por ello, que desde mi punto de vista no solo basta con “estar bien contigo mismo” puesto que la felicidad no es un valor individual, importan las relaciones que tengas con el resto, importa el contexto social en que vivas, importa sentir amor y no solo propio.

Hoy parece que el tabú realmente, es buscar o hablar de amor y lo que prima es el sexo. No es uno sin el otro, deben coexistir los dos. Esto es, ¿estamos acabando con el amor, es decir, con la vida?
Últimamente, muchos artículos alzan la voz corroborando que somos la sociedad más inmersa en la depresión y en la soledad. Y todo ello, es porque estamos primando el individualismo olvidando que una sociedad, una persona no es nadie sino tiene relación con el resto.

Quizá creamos tener más libertad cuando realmente estamos perdiendo el motor y para algunos esencia y combustible de la vida, el amor, cohesión y fuerza de superación, es necesaria la empatía, el saber perdonar, el saber amar debidamente, no dejar tiradas a las personas por una conversación desafortunada.

Una persona se conoce con el tiempo, con esfuerzo, pasando por momentos buenos y malos. “El hecho de que alguien no te amé como tú quieras, no significa que no te amé con todo su ser” la comprensión, confianza y lealtad es imprescindible para una relación realmente sana, y son valores que se tardan en conseguir. Sin embargo, la inmediatez a la que estamos acostumbrados en este siglo quizá estén cambiando esta percepción.

No con esto quiero decir que todas las personas merezcan la pena, he aquí el criterio y las vivencias de cada uno, pero no olvidar que el mayor anhelo es el amor, hay hacer de él una hermosa conquista, hacer que sea la única ambición pues sin él no alcanzaremos el equilibrio de las partes y, por tanto, no llegaremos a ser felices. ¿Por qué entonces, esta tendencia a estar cada vez más aislados en una sociedad hiperconectada?

Después de los hombres habrá otros hombres. Después de los libros, hay otros libros. Después de la gloria hay otras glorias. Después del dinero, hay más dinero. Pero después del amor, no queda más que la sal de las lágrimas.



Es un arma de doble filo, algo que tampoco hay que olvidar, por ello quizá estamos dejando de ser valientes, estamos intentado evitar alcanzar el amor para no romper nuestros frágiles corazones. Sin embargo, “dicen que el tiempo y el olvido son como hermanos gemelos, que vas echando de más lo que un día echaste de menos”.




lunes, 22 de junio de 2020

AQUÍ TE AMO.

Aquí, a lado del río junto a los oscuros pinos, es donde el viento me desenreda el olvido. Pasan días iguales sin ningún tipo de esperanza a que vayamos a salir inertes de esta prisión pura heredera del día destruido. Yo solo quiero salir de este bucle, de esta confusión tan enorme que hay en mi alma.

Ayer creí escuchar gaviotas desde mi puerto vacío, estás demasiado alejado. Amo lo que no tengo, temo por lo que quiero.
Suena, resuena el mar lejano, recuerdo la vez primera que noté tu mano sujetando la mía, la noche se volvió espléndida, ya nada ni nadie me importaba, éramos tú, yo y la música.
Tus ojos, tus labios, nuestros cuerpos, esos besos que jamás se dieron, esa inocencia, mi corazón sin rumbo al borde del precipicio. A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.

En este puerto vacío y olvidado me quedo a la espera 
de tus besos que me fueron robados, a la espera de alguien que sepa amarme. Aquí en la orilla del mar del recuerdo, me sentaré, mirando al horizonte, esperando. Desde allí te amé, te amo y te seguiré amando sombra del pasado. Vuelve pronto.

XVIII. Basado en un poema de Pablo Neruda.